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News & Events Poniendo en contexto: El Foro Global de la Tierra 2025 – ¿Por qué Colombia, y por qué ahora?
Poniendo en contexto: El Foro Global de la Tierra 2025 – ¿Por qué Colombia, y por qué ahora?
Poniendo en contexto: El Foro Global de la Tierra 2025 – ¿Por qué Colombia, y por qué ahora?
Colombia Global Land Forum
Luis Baquero
Colombia Global Land Forum

El Foro Global de la Tierra 2025 (GLF) reune a más de 1000 participantes de más de 90 países para definir agendas que aborden algunos de los retos más urgentes y complejos relacionados con la tierra de nuestro tiempo.

El Foro de este año se celebra en Colombia, un país en el que estas presiones globales convergen de manera tangible. La desigualdad en la distribución de la tierra, la inseguridad alimentaria y los efectos del cambio climático son realidades inmediatas, moldeadas por décadas de conflicto armado y esfuerzos interrumpidos de consolidación de la paz. Al mismo tiempo, Colombia es testigo de audaces esfuerzos por trazar un nuevo rumbo. Las políticas agrarias renovadas, la movilización popular y las iniciativas de reforma de los actores gubernamentales están contribuyendo a crear una sensación de impulso creciente. El GLF crea un espacio donde la experiencia local se une al diálogo global, donde los más afectados por la injusticia en materia de tierra ayudan a dar forma a las soluciones.

Para apoyar a los participantes a participar de forma comprometida en el Foro de este año y ofrecerles un contexto más amplio para los debates, hemos seleccionado una serie de recursos disponibles en el Land Portal.

¿Por qué Colombia? ¿Por qué ahora?

Colombia vuelve a formar parte del debate mundial sobre la tierra, la justicia y la transformación posconflicto. Mientras el país trabaja para cumplir las disposiciones clave del Acuerdo de Paz de 2016 con las FARC, el Gobierno actual ha asumido el reto, largamente pospuesto, de la reforma agraria. Con una voluntad política renovada y la energía de los movimientos sociales, se ha diseñado y aplicado una estrategia deliberada. A menudo descrita como un enfoque «sándwich», combina la presión ascendente de los movimientos rurales con la acción institucional desde arriba (véase Chicoral, ayer y hoy: La estrategia del sándwich en la reforma agraria colombiana). El objetivo es abordar la estructura profundamente desigual de la propiedad de la tierra en Colombia, reconocida desde hace tiempo como un factor de exclusión rural y conflicto.

Hay indicios de un progreso sostenido. Las organizaciones campesinas se están movilizando con mayor fuerza y se están revitalizando las instituciones de desarrollo rural. El Gobierno está utilizando los instrumentos judiciales y administrativos disponibles para formalizar los títulos de propiedad y apoyar las iniciativas de redistribución. Sin embargo, la transformación es lenta.

Una limitación clave es la dependencia actual del modelo de «comprador dispuesto, vendedor dispuesto», un enfoque basado en el mercado diseñado para evitar la confrontación con los terratenientes poderosos y reducir el riesgo de violencia. Los retos señalados incluyen la carga fiscal, la distribución desigual de los costos y las pruebas cada vez más evidentes de que el modelo no ha logrado cambios significativos. Los acuerdos voluntarios son lentos, requieren numerosas validaciones y son vulnerables a muchos votos de veto.

Aun así, el actual Gobierno se ha comprometido a seguir adelante. Su enfoque va más allá de la mera formalización de los títulos de propiedad y tiene como objetivo aplicar una política de redistribución de la tierra más amplia, junto con iniciativas de desarrollo rural inclusivo. En esencia, se reconoce que la formalización de la propiedad sin redistribución puede reforzar las jerarquías existentes en lugar de desmantelarlas, y que la tierra sin acceso a activos productivos condena a las economías campesinas a reproducir los patrones de desigualdad. En el Congreso se está debatiendo la creación de una jurisdicción agraria especial, que determinará en qué medida los mecanismos diferentes de mercado se situarán en el centro de la reforma. Este enfoque podría marcar un punto de inflexión para las zonas rurales de Colombia y ofrecer valiosas enseñanzas para los esfuerzos de gobernanza de la tierra en otros lugares.

Comprender el contexto: la tierra y la consolidación de la paz en Colombia

Para comprender mejor los retos y los hitos de la gobernanza de la tierra en Colombia, animamos a los participantes a explorar el cartera país de Colombia en el Land Portal. Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo. También es una nación en la que la tierra ha sido durante mucho tiempo un elemento central tanto del conflicto como de la búsqueda de la paz.

La cartera ofrece una visión general completa del sistema de gobernanza de la tierra en Colombia, trazando sus fundamentos jurídicos, sus raíces históricas y los esfuerzos de reforma. Exploramos cómo la violenta historia de Colombia ha estado determinada, en gran medida, por las disputas por la tierra. Los conflictos por la propiedad, el acceso y el uso han provocado desplazamientos y alimentado décadas de disturbios. Los recientes esfuerzos por armonizar las leyes sobre la tierra están estrechamente vinculados al Acuerdo de Paz de 2016, que reconoce la reforma agraria como un elemento central para construir un futuro más justo e inclusivo.

Pero el desafío es inmenso. El conflicto armado y el narcotráfico han dejado un legado de propiedad de la tierra distorsionada: más de 8 millones de hectáreas fueron abandonadas o despojadas debido a la violencia. La tierra se convirtió en una herramienta de control, poder y ganancia económica. En 2021, solo alrededor del 15 % de la tierra rural estaba registrada formalmente, lo que pone de relieve la profundidad de la informalidad y la exclusión.

Publicado en 2022, la carteral se estructura en torno a diez temas clave que van desde los marcos jurídicos y las clasificaciones de la tenencia de la tierra hasta los derechos comunitarios sobre la tierra y la reforma agraria. La cartera revela cómo la gobernanza de la tierra sigue determinando el poder y las oportunidades en Colombia. Por ejemplo, muestra que las protecciones jurídicas a menudo no garantizan el acceso efectivo, especialmente para las mujeres, los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes. También ilustra cómo las decisiones sobre el uso de la tierra después del conflicto pueden crear tensiones entre los objetivos de conservación y desarrollo.

En última instancia, la cartera demuestra que la gobernanza de la tierra no es estática, sino un proceso dinámico y controvertido que debe revisarse y reformarse con el tiempo. Para los profesionales, los investigadores y los responsables políticos, ofrece tanto el contexto como la orientación hacia sistemas de tierra más equitativos.

El papel de los datos y la información sobre la tierra

Ningún esfuerzo de reforma agraria puede tener éxito sin datos fiables, transparentes y accesibles, especialmente en un contexto de creciente digitalización y demandas de democracia basada en la tecnología. El Índice SOLI (State of Land Information) de Colombia desempeña un papel importante en este contexto. Evalúa la apertura y la exhaustividad de los datos sobre la tierra en distintos países utilizando diez principios globales de datos abiertos. No solo evalúa la disponibilidad, sino también la forma en que se estructuran, publican y gestionan los datos para apoyar el empoderamiento de los ciudadanos y la gobernanza equitativa.

En Colombia, el índice SOLI revela que los datos sobre la tierra solo están parcialmente disponibles y no se publican de manera coherente. Si bien se han realizado esfuerzos para centralizar la información, como la plataforma GeoViewer de la Agencia Nacional de Tierras, el acceso sigue siendo limitado. Los requisitos de inicio de sesión, los formatos obsoletos y los conjuntos de datos incompletos siguen socavando tanto la transparencia como la facilidad de uso. En algunas zonas, los avances en materia de apertura de datos incluso se han revertido.

Los diferentes tipos de información sobre la tierra muestran un progreso desigual. Los documentos jurídicos y normativos son generalmente accesibles, pero a menudo carecen de licencias abiertas y no son fácilmente reutilizables. Los datos sobre la tenencia de la tierra, extraídos en su mayoría de la Encuesta Nacional Agraria, tienen un alcance limitado y no están plenamente integrados en el registro catastral general. El acceso a los datos catastrales está restringido a los usuarios que conocen previamente los números o la ubicación de las parcelas, lo que reduce su valor práctico.

Los datos digitales sobre el uso de la tierra, como los planes de ordenamiento territorial municipal (POT), están disponibles a través de un portal nacional, pero muchos planes están desactualizados. A menudo faltan datos sobre el uso comercial, industrial, residencial e informal de la tierra. Los datos sobre el valor de la tierra son escasos y, por lo general, solo están disponibles en formato PDF, lo que complica su análisis. Del mismo modo, los datos sobre infraestructura, desarrollo y expropiación están fragmentados o no son accesibles en formatos fáciles de usar.

Mejorar los sistemas de datos sobre la tierra no es solo un reto técnico, sino un imperativo político y social. Los sistemas de datos transparentes, abiertos e inclusivos son esenciales para reforzar la seguridad de la tenencia y permitir que las comunidades marginadas ejerzan sus derechos. En Colombia, donde la desigualdad en la distribución de la tierra ha alimentado durante mucho tiempo los conflictos, estos sistemas son especialmente críticos. El reciente reconocimiento legal de los campesinos como grupo que requiere protección especial añade urgencia a la necesidad de disponer de datos accesibles y equitativos sobre la tierra.

Mirando hacia el futuro

El Foro Global de la Tierra ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre el proceso de reforma agraria en Colombia, al tiempo que se aprende de las experiencias globales y se forjan nuevas alianzas. Al concluir esta importante semana, una cosa está clara: la búsqueda del acceso justo a la tierra es también una búsqueda de la paz, la democracia y la dignidad.

Esperamos que las conversaciones que se avecinan profundicen nuestro entendimiento, fortalezcan nuestras redes y afinen nuestras estrategias colectivas. A medida que Colombia avanza en su agenda de reformas, la gobernanza de los datos debe considerarse un elemento fundamental para el éxito. Esto significa ir más allá de las herramientas digitales, hacia sistemas abiertos, estandarizados y centrados en las necesidades de las comunidades.

Estos temas serán centrales en los debates del Foro. Al fortalecer los sistemas de datos sobre la tierra, nos acercamos a una gobernanza de la tierra que apoya la justicia, la rendición de cuentas y la transformación duradera.

 

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