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La problemática agraria en Bolivia tiene múltiples dimensiones. Después de 70 años de la Reforma Agraria de 1953, podemos registrar múltiples sucesos políticos y sociales, así como nuevas reformas igualmente contundentes que configuran el panorama actual del acceso a la tierra y al territorio.
Hoy, la temática se presenta con nuevas y diversas complejidades. Hay muchos aspectos que nos llevan a pensar que el acceso a la tierra y a los territorios, y los permanentes ajustes institucionales y sociales, han sido una condición indispensable para que Bolivia se haya mantenido dentro de los países con menor violencia rural y para que la población haya encontrado ingresos y fuentes de alimentación en tiempos de crisis, incluso si han optado por trasladarse a las ciudades. Sin lugar a duda, el nuevo contexto y las problemáticas nos presentan desafíos enormes relacionados con la garantía de los derechos humanos, territoriales y colectivos.
Además, significan un gran esfuerzo para la apertura de espacios de discusión y el planteamiento de propuestas que permitan profundizar en los logros y frenar cualquier posible escalada de violencias. Los capítulos de la presente publicación se reportan importantes avances en la titularidad de las tierras a nombre de las mujeres y de los pueblos indígenas, lo que ubica a Bolivia como uno de los países con mayores logros en ese ámbito legislativo de derechos.
Sin embargo, también se identifican temas pendientes respecto a la población que apuesta por vivir en el campo. Un enfoque de derechos, en sintonía con la construcción de la plurinacionalidad, debe profundizar sus capacidades para comprender la problemática de la que están hablando, actualmente, las mujeres rurales, los pueblos indígenas, el campesinado en transformación y una población diversa y sumamente activa en sus tránsitos y en sus estrategias entre el campo y las ciudades. Todo esto en un contexto en el cual el sector agropecuario está en crecimiento permanente, siendo más estable y próspero que otros sectores económicos.
Esta publicación, realizada en una alianza del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica con Oxfam Bolivia, nos permite abrir la lectura y el debate desde diversos aspectos que se relacionan con la tierra y el territorio como una oportunidad para reducir desigualdades.
Nos encontramos ante 24 miradas que identifican tiempos de cambio, donde la institucionalidad estatal, las organizaciones sociales, la sociedad civil, los académicos y los grupos de activistas están incorporando nuevas variables en sus prácticas, enfoques y políticas.
El valor está en que no se trata solamente de la voz de expertos académicos en la temática, que lo son, sino también de protagonistas de nuestra reciente historia agraria. Esperamos que este trabajo se constituya en un insumo que contribuya a la conversación pública, instalando nuevos debates, generando nuevas preguntas y movilizando más activamente a mujeres y a hombres en la comprensión de los temas relativos a la tierra y a los territorios.
Esto bajo la premisa de que el acceso a la tierra representa una ineludible oportunidad más para reducir las desigualdades en Bolivia.
