En la comunidad rural agrícola de Belmont, Jamaica, enclavada en la parroquia sureña de Santa Isabel, las secuelas del huracán Beryl son un crudo recordatorio del implacable poder de la naturaleza.
“En el corazón de la Amazonía, donde las raíces de los árboles se entrelazan y el río Putumayo murmura historias antiguas de dolor y resistencia, aún vivimos los huitoto. Somos los guardianes de la selva, los cuidadores del corazón de la tierra para el sostenimiento del planeta”.
En el año 1985, Bolivia vivió, después de la promulgación del DS 21060, el cierre de las minas estatales y el despido de más de 30 mil mineros que, junto con sus familias, debieron buscar otro lugar para (sobre)vivir. Si bien muchos de ellos pudieron negociar beneficios laborales “extralegales”, aquellos expulsados de minas privadas no contaron con este apoyo. La diáspora minera pobló las principales ciudades y áreas de expansión agrícola como Chapare, Caranavi, Alto Beni, aunque muchos de ellos volvieron a ser mineros, organizados en cooperativas.
Los Diálogos sobre la Tierra fomentan una comunidad de confianza con los pueblos indígenas, las comunidades locales y los pueblos afrodescendientes mediante la producción de seminarios web que reúnen voces y perspectivas inusuales.
Con el apoyo de USAID, una comunidad Afrocolombiana que ha vivido en el Caribe por generaciones recibió un título de tierras colectivo.
En lo más profundo de los territorios de Colombia y América, donde la selva se entrelaza con los ríos y el viento susurra secretos ancestrales, habitan las mujeres que sostienen el mundo. Ellas, las guardianas de la tierra, las tejedoras de vida, las que conocen los ritmos de la naturaleza como el latido de su propio corazón. Son las mujeres indígenas, las portadoras de un saber milenario que, en medio de un mundo que avanza sin tregua, nos recuerdan que el verdadero desarrollo no destruye, sino que nutre y protege la vida.
En lo más profundo de los territorios de Colombia y América, donde la selva se entrelaza con los ríos y el viento susurra secretos ancestrales, habitan las mujeres que sostienen el mundo. Ellas, las guardianas de la tierra, las tejedoras de vida, las que conocen los ritmos de la naturaleza como el latido de su propio corazón. Son las mujeres indígenas, las portadoras de un saber milenario que, en medio de un mundo que avanza sin tregua, nos recuerdan que el verdadero desarrollo no destruye, sino que nutre y protege la vida.
El pasado 14 de julio, se encontró el cuerpo de Mariano Isacama Feliciano a orillas del río Yurac, un afluente del Amazonas en el departamento peruano de Ucayali. Él era defensor de derechos humanos del Pueblo Indígena Kakataibo y antes de su muerte había estado trabajando con su comunidad para oponer resistencia a la presencia de madereros ilegales.
Foto ~ Tamara Artacker
En esta entrevista Esteban Daza* analiza la situación actual del campesinado ecuatoriano; advierte sobre los problemas que conlleva la reforma normativa neoliberal puesta en marcha por el gobierno de Ecuador. Sin embargo, señala que a pesar de la situación crítica, en determinados territorios campesinos emerge la propuesta de la agroecología, como camino social alternativo frente al extractivismo. Les invitamos a leer esta entrevista, una colaboración entre OCARU y Rebelión.
Nuestro entrevistado se refiere a la situación actual del campesinado ecuatoriano; advierte sobre los problemas que conlleva la reforma normativa neoliberal puesta en marcha por el gobierno de Ecuador. Sin embargo, señala que a pesar de la situación crítica, en determinados territorios campesinos emerge la propuesta de la agroecología, como camino social alternativo frente al extractivismo. Les invitamos a leer esta entrevista, una colaboración entre OCARU y Rebelión.